Fecha de publicación: 11 de Septiembre de 2021
Septiembre, octubre y noviembre son los meses en los que se desarrolla la segunda temporada de lluvias del año en nuestro territorio, con acumulados de precipitación que, en promedio, oscilan entre 450 mm en Medellín hasta 700-800 mm en Caldas y Barbosa respectivamente.
Los pronósticos para el trimestre mencionado indican una alta probabilidad en el incremento de las lluvias en el norte de Sur América, con una incidencia significativa en la región central de Colombia. Las precipitaciones son variables y no se presentan de igual manera todos los años, pues diferentes fenómenos globales que condicionan el comportamiento del clima a nivel regional, como en el caso de La Niña y el Niño, dos eventos cuasi-periódicos que se asocian al enfriamiento o calentamiento del océano Pacífico; en este caso, el pronóstico concuerda con el establecimiento de condiciones asociadas al fenómeno de la Niña en la región.
El fenómeno de La Niña (fase fría del fenómeno ENOS El Niño - Oscilación del Sur) es una condición del sistema climático global que ocurre cada 4 - 7 años, y se caracteriza por un enfriamiento de la temperatura superficial del mar en ciertas regiones del Pacífico tropical y cambios en la circulación atmosférica. Normalmente, cuando se presenta el fenómeno de La Niña, se observa un aumento significativo en los acumulados de precipitación en la región andina del territorio colombiano, región en la que está ubicado el Valle de Aburrá.
Durante el segundo semestre de 2020 se presentó un fenómeno de La Niña que finalizó en mayo del 2021 y que generó lluvias por encima de lo esperado en la región. Sin embargo, en el reporte más reciente (finales de agosto 2021), los centros de monitoreo del Pacífico Tropical nuevamente una alerta sobre una alta probabilidad (70%) de ocurrencia del fenómeno de La Niña finalizando este año y extendiéndose hasta el 2022.
Desde SIATA, proyecto del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, se realiza monitoreo en tiempo real de las condiciones hidrometeorológicas de la región, y seguimiento a los fenómenos climáticos para obtener datos que permitan comparar, año a año, lo que sucede en el territorio y comprender las variaciones en la precipitación. Por ello, se brindan las siguientes recomendaciones: