Fecha de publicación: 26 de enero de 2017
Aprender a vivir en armonía con el planeta que habitamos es fundamental para garantizar nuestra supervivencia y
la de nuestro territorio; la educación se convierte en un camino posible para lograrlo y SIATA – Sistema de
Alerta Temprana de Medellín y el Valle de Áburra- como proyecto de gestión de riesgos entiende la importancia de
conocer y comprender el lugar en el que vivimos, es por esto que creemos en los procesos de educación ambiental
como una posibilidad de habitar nuestro territorio de una manera responsable
La educación ambiental (EA) debe ser una acción permanente por la cual las personas toman conciencia de su
realidad, del tipo de relaciones que establecen con los demás seres vivo y de los problemas derivados de dichas
relaciones. La EA y la gestión de riesgos son acciones que se deben pensar de manera conjunta, porque es
reconociendo nuestro contexto que podemos movilizarnos para evaluar las amenazas y disminuir nuestra
vulnerabilidad.
Es por eso que en SIATA le apostamos a la educación ambiental, a través de procesos pedagógicos; Pequeños
Científicos, grupos de estudiantes de comunidades educativas que trabaja temas de meteorología y experiencias
científicas, actividades de apropiación del conocimiento del riesgo con Los Cuerpos Bomberos y los grupos
Comités ambientales CUIDÁ del Área Metropolitana. Venimos desarrollando además un proceso de instalación y
apropiación de unas alarmas comunitarias en diferentes comunidades en situación de vulnerabilidad del Valle de
Aburrá, que permitirá a los habitantes de estas zonas a ser conscientes de la situación de riesgo y actuar a
tiempo en caso de una emergencia.
En Colombia, tenemos una orientación dada por la Política Nacional de Educación Ambiental (PNEA) que nos convoca
a vivir la educación como un proceso de aprendizaje que vive y apropia las relaciones entre la cultura, la
sociedad y la naturaleza. Así, creemos en la educación como una oportunidad para que la ciudadanía reconozca y
se reconozca desde las dinámicas cambiantes del territorio y desde su compromiso con la apropiación y uso de las
herramientas y del conocimiento que genera la academia y las instituciones para la mitigación de riesgos
latentes a los que estamos expuestos diariamente.