La conformación de grandes conglomerados urbanos y en ellas las actividades industriales y la quema de combustibles fósiles, comenzaron a modificar la composición del aire creando episodios de contaminación que se convirtieron en problemas ambientales y de salud pública. Paralelo a esto empezamos a ser conscientes de nuestro territorio, los gobiernos y la sociedad civil asumieron la necesidad de controlar y planear las actividades para garantizar las condiciones necesarias para la calidad de vida de los ciudadanos. La ciencia y la tecnología se ponen en función de este fin y es por eso que el monitoreo de la calidad del aire, es una estrategia metropolitana para comprender las dinámicas en el territorio, tener información confiable y oportuna para la toma de decisiones.
El trabajo articulado, la disciplina y la rigurosidad son pilares para la red de monitoreo de calidad del aire; todas sus acciones están reglamentadas por sistemas de gestión de la calidad, bajo la norma NTC-ISO/IEC 17025 que define los “Requisitos generales para la competencia de laboratorios de ensayo y calibración”, lo que implica ordenar de manera sistemática y aporta a dar lineamientos para la mejora permanente. Lo estricto de estos procesos que convierten nuestro territorio en un gran laboratorio de muestreo, convive con las acciones de innovación e investigación de SIATA, que apuesta por el desarrollo local, la apropiación y adaptación de tecnologías. La sinergia entre control de la calidad y la investigación permiten robustecer la red de forma convencional y con implementaciones no convencionales.
El grupo encargado del monitoreo de la calidad del aire en SIATA está dividido en tres equipos que trabajan coordinadamente para hacer posible la entrega de datos de monitoreo en tiempo real y continuar con la investigación que nos permite ahondar en la comprensión de las dinámicas de nuestro territorio.
Equipo de mantenimiento: Son los encargados del mantenimiento preventivo y correctivo de las estaciones. Son la cara del equipo en el territorio, están pendientes de cada detalle en campo para que los equipos funcionen adecuadamente, salen a cumplir su misión en duplas que se van intercambiando, lo que les permite versatilidad e intercambio de conocimientos.
Análisis de datos: Los datos de las estaciones automáticas son enviados a servidores ubicados en la sede central del Área Metropolitana y replicadas a la torre SIATA centro de las operaciones. Allí junto con los datos recogidos en las estaciones manuales, son procesados y convertidos en información. El equipo de sistemas los dispone para que los analistas expertos puedan corroborar la calidad de los datos: coherencia, consistencia, en caso de desconexión o de comportamientos atípicos en los datos, notifican al equipo de mantenimiento que verifican si hay algún fallo y lo corrigen. Cuando el equipo de análisis identifica situaciones atípicas hacen los análisis e indagaciones necesarias, posteriormente se comunica la situación según los protocolos establecidos, si esta situación representa una amenaza para la salud pública se activan las acciones establecidas en el POECA.
Logística y calidad de procesos: La red tienen unas características especiales, la calidad del aire es un asunto ambiental regulado por estrictos procesos, la sincronía necesaria amerita personas dedicadas a que toda la operación cumpla con la reglamentación nacional e internacional. Este equipo vela por el cumplimiento de esas tareas para cumplir con la meta de la acreditación.
La Red de calidad del aire del Valle de Aburrá, cuenta con 43 puntos de monitoreo entre automáticos y manuales. Utiliza la información de ceilómetros - radiómetros - radar de vientos y las estaciones meteorológicas. Cada uno de los miembros del equipo de análisis de datos se encarga de un sensor y de comprender en profundidad la dinámica de los fenómenos que mide. La líder del equipo trabaja de cerca para que la operación se cumpla, al mismo tiempo que avance la investigación y se entregue información clara y oportuna a la ciudadanía. “La red de calidad de aire ha sido un reto para SIATA y un reto personal, los objetivos cumplidos y a los que llegaremos son y serán posibles por el excelente equipo humano y la alianza con las personas de hidrometeorología de nuestro proyecto, así como la alianza con otras entidades y grupos de investigación, a mediano plazo tenemos un sueño: tener un pronóstico para la calidad del aire, con un modelo ajustado a las condiciones de nuestro territorio que nos permita alertar a las autoridades antes de que las contingencias ocurran.”
El trabajo en equipo y la rigurosidad en los procesos hacen posible datos confiables para la ciudadanía y la toma de decisiones. La comunicación es fundamental para lograrlo, antes de salir a campo los profesionales encargados de las estaciones verifican el itinerario de la jornada y ajustan los detalles pertinentes.
La red de monitoreo cuenta con estaciones automáticas y manuales y Las primeras reportan cada hora las mediciones, las otras requieren que el equipo de monitoreo de calidad del aire recoja las muestras y estas sean llevadas a laboratorios acreditados para el análisis de datos.
Las estaciones semiautomáticas requieren reposición manual de los filtros para que puedan continuar con el envío de información.
Las estaciones automáticas son pequeños laboratorios con todo lo necesario para tomar las muestras, analizar y enviar la información a los servidores ubicados en el edificio principal del Área Metropolitana y posteriormente a la torre SIATA para el procesamiento y análisis de la información.
El monitoreo de la calidad del aire está regulada por la norma NTC-ISO/IEC 17025 que define los “Requisitos generales para la competencia de laboratorios de ensayo y calibración”, esto implica que debemos mantener los registros que evidencian el cumplimiento de los estándares establecidos.
Cada detalle es importante, el equipo en campo debe velar porque los equipos queden ajustados y limpios. En esta tarea juegan el conocimiento, la experiencia y la capacidad de observación.
El cambio de los filtros manuales varía entre 1 y 3 días de acuerdo al tipo de equipo, la continuidad de estos periodos es muy importante para tener consistencia en los datos y poder hacer análisis comparativos en diferentes periodos de tiempo.
Se registran los datos encontrados y cualquier situación atípica que se encuentre en las estaciones.
El trabajo con otras universidades y con laboratorios acreditados es fundamental para el fortalecimiento y mejoramiento del monitoreo.
El análisis y visualización de datos se utiliza para dar seguimiento al adecuado funcionamiento de la red de monitoreo, la alerta de altos niveles de contaminación y la entrega de información permanentes a tomadores de decisiones y ciudadanía en general.
En la aplicación y en el geoportal se pueden visualizar los datos actualizados en tiempo real de las estaciones automáticas.
También se puede encontrar la red de ciudadanos científicos, un programa piloto de participación ciudadana, una herramienta que permite el monitoreo en tiempo real de variables meteorológicas y de la calidad del aire como temperatura, humedad relativa, ozono, dióxido de nitrógeno, monóxido de carbono, Material Particulado menor a 10 micras (PM10) y Material Particulado menor a 2.5 micras (PM2.5).